Capítulo 018, El Golpe.

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Una noche de verano del 2011 nuestra rutina diaria podía haberse visto acabada radicalmente, se confabularon todos los Dioses del Cielo y consiguieron reunir un cúmulo de circunstancias adversas (lo que suelo llamar la Ley de Murphy) para darnos un susto de muerte pero por suerte no consiguieron más que eso ¡darnos un susto!

El Yuco conocía perfectamente el horario de bajar a la calle tanto a primera hora del día como al medio día o por la noche, no era difícil, la primera salida era en cuanto nos levantábamos y aseábamos y aún sin desayunar, ya se encargaba él un ratito antes de hacer algunos ruidos deambulando por el pasillo y haciendo acto de presencia delante de las puertas de los dormitorios para que lo viésemos, al medio día y por la noche también lo tenía fácil ya que era justo después de soltar el cubierto; a veces se impacientaba y comenzaba un canturreo mezcla de querer hablar, gimoteo o llamada de atención como los niños pequeños cuando no se les hace mucho caso, en este vídeo se le puede ver.

El animal en aquellos años tendría unos 10 años, puede que fuera 2010, con esa edad no había escalera larga ni empinada para él, siempre bajaba disparado las Sigue leyendo «Capítulo 018, El Golpe.»

Capítulo 004 El perro y la piedra.

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La Libertad. Nunca me gustó llevar al animal atado aunque fuera por su seguridad, tuvimos la suerte de vivir en una zona donde el casco urbano se acabada y comenzaba al campo así que a los pocos minutos de salir a la calle el perro ya estaba gozando de plena libertad y más o menos hacíamos siempre la misma ruta salvo los fines de semana o cuando me apetecía que la ruta se convirtiera en casi 5 km por los caminos agrícolas para estar los dos un poco más en forma.
En los primeros días cuando lo sacaban los niños a veces yo les acompañaba en el paseo para observar el trato que le daban ya que todo era nuevo para nosotros; un día se nos ocurrió tirarle una piedra y observamos como el animal la capturaba como si fuese una presa, era divertidísimo sobre todo al principio, el animal estaba Sigue leyendo «Capítulo 004 El perro y la piedra.»

Capítulo 003 Tenemos un perro.

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Por aquellos años no había en las casas ni una décima parte de los perros que hay hoy. Con el “España va bien” se llenaron los campos de chalets y se pusieron de moda los animales de compañía principalmente perros, algunos con la excusa de vigilar la casa ladrando a cualquiera que pasase caminando por la acera dándole un susto de muerte y otros por el hecho de sobar un animal y tener “alguien” con quien hablar y con qué entretenerse, vamos lo que se llama «una mascota«.
Los primeros meses era sacar un perro, unos años después se convirtió en sacar a tu mascota  pero los últimos años era sacar a tu amigo y compañero.
La primera norma que puse es que el animal debía de salir a la calle como mínimo  3 VECES al día con un mínimo de tiempo de 20 minutos en cada salida, parece que acerté pues mirando muchos años después por la web es lo que se recomienda.
A lo largo de todos estos años he visto algunos casos que solo lo sacan unos minutos un par de veces al día y eso si no está lloviendo que si es así en cuanto hace sus necesidades sale pitando para casa por eso mi vecino le dijo mil veces “Yuco, eres un perro privilegiado” ya que salía a la calle siempre que había un mínimo de tiempo para él sin importar Sigue leyendo «Capítulo 003 Tenemos un perro.»

Capítulo 002 Queremos un perro.

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La odisea de las mascotas no había hecho más que empezar, mis hijos ya le habían cogido el gustazo a eso de “sobar un animalito”; dice un proverbio chino que “Dios hizo al gato para que el hombre se diera el gustazo de acariciar un tigre” y es cierto, un gato es clavaíto al tigre pero en mini, así que en pocas semanas cuando ya se había pasado el problema de la sarna comenzó la otra “sarna” el comezón de ¡¡¡¡“QUEREMOS UN PERRO”!!!.
Decía al principio que admiro los niños por la perseverancia, ¡qué pesaos se ponen!  A veces había semanas enteras que se les olvidaba el tema pero a veces era una y otra vez, es que fulano y mengano lo tienen _ya pero viven con casa y patio_  fulano si pero mengano  no, ¿porqué no podemos tener un perro? ¡si es que no hace falta que sea grande! ¡un perrito pequeñiiiito!… esa era la lucha casi diaria.
Mi mujer por aquellos entonces llevaba varios meses enferma de ciática y sin ver una solución cercana para ello, esa enfermedad reumática y dolorosa que no te deja Sigue leyendo «Capítulo 002 Queremos un perro.»